Es de suma importancia para el pueblo de Dios
conocer cuando llega el dia malo, como ataca el enemigo a la Iglesia, para que estemos alertas y listos
para la batalla. No debemos sentir temor puesto que Dios nos manda a pelear sin
temer ni alarmarnos y con un corazón que no desmaye
(Dt. 20: 3) fortalecidos en nuestro Dios que
siempre nos auxilia y nos socorre (Sal 46:1; 121).
Vemos por medio de la Palabra que las
potestades de las tinieblas no trabajan solas sino que nos deja ver que cada
una quisiere conducir al cristiano hacia una situación cada vez más difícil. En
el libro de los Salmos 74:10 en la versión RV aparece la palabra angustiador, y
la Biblia KJV lo traduce como adversario, alguien que nos quiere hacer daño o
nos desea el mal (1Ry. 5:4), nos lleva cautivos
(1 Ry. 11:14), nos aborrece (1 Ry. 11:23,25) O
que podría llegar a causarnos angustias por medio de palabras (Job 19:2).
La principal tarea de esta potestad es la de
producir angustia, aflicción, dolor, adversidad, estrés. Estas son situaciones
que pueden llegar a enfermar al
cristiano en su corazón en su alma y en su cuerpo. ANGUSTIA EN EL CORAZÓN, Sal.
25:17: Debemos de recordar que el corazón es el que nos da vida, de él fluyen
los manantiales de la misma (Pr. 4:23 BLA), por eso mismo debemos de tener cuidado
para que la angustia no engendre en nosotros un mentiroso o un acusador, ya que nada de lo que entra por la
boca del hombre lo contamina sino lo que sale de su corazón (Mt. 15:1819)
Nuestra alma puede angustiarse cuando nos
vemos confrontados por alguna situación difícil, la cual nos lleva a una
depresión y puede dar lugar a que seamos metidos en el desierto, uno de los
mayores peligros dando paso a la tentación y la rebeldía, puesto que en el
desierto y en la angustia de nuestra alma muchas veces es probada nuestra
obediencia.
en conclusión, la angustia viene a nuestras
vidas debido a las cargas que podamos estar llevando encima, Dios permite que
pasemos estas pruebas para probarnos, para que su temor permanezca en nosotros,
pero como es un Dios de amor, nos da la oportunidad de que aun en esas etapas
duras de nuestro camino, encontremos cobijo bajo su sombra (Sal 91:1). Cuando
la angustia nos alcance, solo basta recordar que la palabra de Dios es eficaz
(He 4:12), y que nuestro Señor Jesucristo
dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.” (Mt 11:28)
Predica del Pastor Edgar Valenzuela