En esta parte final del tema trataremos dos puntos muy importantes que impiden al hombre correr de una manera limpia: Probar {tentar, provocar} a Dios y la Murmuración.
1. No tentemos a DIOS
“Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos lo provocaron, y fueron destruidos por las serpientes” (1 Cor. 10:9) provocar, significa “probar Su paciencia, provocar Su ira, o actuar de cierta manera para ver cuánto Dios soportará o cuánto tiempo sufrirá la maldad o perversidad de las personas “Tenemos tendencia de probar a Dios. Consciente o inconscientemente, muchos confían en la misericordia de Dios. En el interior de la mente está la idea de que ‘todo saldrá bien; Dios me perdonará.’ Pero corre peligro si olvida que la santidad de Dios existe junto al amor de Dios.El apóstol Pablo relaciona el desierto como una gran pista de campo por donde corrieron los Hijos de Israel y Cómo hicieron su carrera. “el pueblo habló contra Dios y Moisés: ‘¿Por qué nos han sacado de Egipto para morir en el desierto? Pues no hay comida ni agua, y detestamos este alimento tan miserable.’ Y el SEÑOR envió serpientes abrasadoras entre el pueblo, y mordieron al pueblo, y mucha gente de Israel murió.” Luego de 40 años, vemos que la actitud del pueblo había cambiado muy poco. Tentar a Dios es llevarlo hasta el punto en que se vea forzado a actuar porque no hemos aprovechado Su tiempo de gracia para abandonar el pecado.
2. NO MURMUREMOS…
Cuando comienzas hablar mal de una persona, está saliendo a relucir la falta de integridad y de amor de aquel que murmura. La murmuración es una plaga que ataca en forma directa la unidad de los mismos; sea en la familia, en el trabajo, y hasta en la iglesia. Dios nos advierte acerca del mal uso de la lengua, puesto que puede causar muchísimo daño tanto a las personas, como a la misma Obra del Señor. Las consecuencias de la murmuración a veces son muy severas, es por ello que debemos tratar de evadirla para no caer en este pecado. Dios quiere que seamos cristianos con manera de hablar íntegra, que no exista en nuestra boca palabras que ofenda a nuestro Señor y Salvador. Vivamos de tal manera que toda palabra que de nuestra boca salga sea para Exaltar el Nombre de nuestro Dios
“Ni murmuren, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor” (1 Cor. 10:10). Aquí, la murmuración incluye la queja, y los israelitas se quejaban de todo: de que no tenían agua, ni pan, ni carne. También se quejaban de su liderato. Los israelitas escogieron no entrar a la Tierra Prometida por temor a los “gigantes,” y se quejaron contra Moisés y Aarón, diciendo: “Nombremos un jefe y volvamos a Egipto” (Núm. 14:4).
Pero Dios lo vio como una queja contra Él mismo: “¿Hasta cuándo tendré que sobrellevar a esta congregación malvada que murmura contra Mí?…” (Núm. 14:27). Al final, Caleb y Josué fueron los únicos de esa generación que entraron a la Tierra Prometida.
Conclusión:
Santiago 4:11-12
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Heb. 12:1). Despojémonos de todo eso para que podamos llegar al final de la carrera limpios.
“¿No saben que los que corren en el estadio, todos
en verdad corren, pero sólo uno obtiene el premio? Corran de tal modo que ganen” 1 Cor. 9:24
Référencias Bíblicas :
1 Cor. 9:24 ^10:9-10-12
Números 14:4 -5 ^14:27-29 ^21:4-9
Heb. 12 :1
Santiago 4 :11-12
Mateo 6 :9
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SI DESEAS LEER MAS SOBRE EL TEMA DE LA MURMURACION: CONSULTE LA PREDICA "Cuanto poder tienen las palabras"