Todas las riquezas del cielo están a nuestro alcance. Todo es nuestros si tan sólo sabemos pedirlos. ¿por qué no contesta Dios mis oraciones? ¿Qué hace falta para que Dios conteste mis oraciones? ¿O será que Dios no se interesa por contestar?
Muy por el contrario, así como en los tiempos antiguos, hoy también Dios contesta la oración de sus hijos. La dificultad no se origina en Él sino en el que ora y como lo haces.
Nuestras oraciones no deben consistir en peticiones egoístas, tampoco para nuestro propio beneficio. Hemos de pedir para poder dar. Nuestra misión en el mundo no es servirnos o agradarnos a nosotros mismos. Debemos pedir bendiciones a Dios para poder comunicarlas a los demás. Preservamos la capacidad de recibir, únicamente si repartimos.
Es muy importante tener una relación con Dios; el también nos pide que confiemos en su integridad, su carácter... su compasión, amor, sabiduría, justicia por nosotros. Él dice, "yo te he amado con amor eterno, por eso te sigo tratando con bondad." "Confiad en Él en todo tiempo, oh pueblo; derramad vuestro corazón delante de Él; Dios es nuestro refugio."
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho." "Permanecer" en él y que sus palabras permanezcan en ellos significa que conducen sus vidas siendo conscientes de él, contando con él, escuchando lo que dice. Entonces pueden pedirle lo que quieran. Aquí hay otra condición: "Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye."Dios responde a nuestras oraciones según su voluntad(y según su sabiduría, su amor por nosotros, su santidad, etc.)
Dios espera con ansia que vayamos a él con nuestras dudas, necesidades y confusión.
Solo derrama tu alma a Dios, Pídele lo que necesites, en el nombre de Cristo. Cree que lo recibirás, y agradécele por habértelo dado.
No permitas que el enemigo te robe tus bendiciones, Dedícate a tener una buena relación con Dios y las riquezas del cielo, el poder divino y la salvación eterna serán tuyos, porque Dios así lo prometió.