AVIVAMIENTO es encender una llama, o mantenerla viva con intensidad. El fuego tipifica en las Escrituras la gloria de Dios (Ex. 3:4; Ez. 1:4; Ap. 1:14). También se emplea con referencia al Espíritu Santo (Nm. 9:15; Hch. 2:3).
El Cristiano en Avivamiento busca la presencia de Dios, se congrega y aprende, ayuna, es fiel a Dios en todo está atento a los negocios de Dios, no anda metido en la vida de otros, habla en lenguas angelicales, danza, pero así mismo da testimonio dentro y fuera de la Iglesia que es un hijo de Dios.
El sabe que el verdadero avivamiento no consiste solo en danzar, o hablar en lenguas, el sabe para qué fue llamado. El sabe que lo que tiene es la vida de Jesús dentro de su ser, tiene celo de Dios, de la Iglesia, y por las almas perdidas.
El sabe que en el mundo espiritual, no hay medida, que se puede volar muy alto y lograr objetivos difíciles, aunque parezcan imposibles. Pablo dice en Filipenses
4:13 – “todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
El anhelo de Dios es que sus hijos disfruten y contagien a otros del avivamiento que Él mismo ha producido. El estar en avivamiento significa arder constantemente, en diferentes actitudes, para con Dios y los hombres. Para con Dios, caminando para agradarle, llenos de su Espíritu, y para con los hombres, sintiendo misericordia para que se salven y sean restaurados al igual que nosotros.
OJO! El genuino avivamiento será imitado por el falso, y este último parecerá mejor que el verdadero. Ambos movimientos se desarrollarán en el final de los tiempos y su principal propósito es el de retener a su gente.
Te invitamos a que busques con todo tu corazón un despertar de su Espíritu en ti… que quite la pasividad y clames por un avivamiento y visitación genuina en tu vida.
Un nuevo tiempo de avivamiento esta delante de ti… no lo desprecies más!
