Cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mateo 6:5-8
Lamentablemente el pueblo de Dios está pasando por una etapa crítica, donde a muchos ya no desean orar, no desean leer la palabra y hasta les está costando la adoración.
La predica de hoy habla de la oración, aquella que tiene que ser en secreto, en la privacidad de tu hogar… a veces nos preguntamos cómo intimar con Dios? Y la respuesta es tan sencilla, por medio de la oración, así de simple. Para vivir y tener momentos de adoración se necesita un ambiente especial, en secreto con Dios.
Esta intimidad te llevará a descubrir grandes bendiciones. Solo obedece la voluntad del Señor en tu vida, no hay formula a seguir…
La oración no se planea, tampoco necesitas hacer vigilia de toda la noche, el objetivo no es impresionar a los demás y mucho menos a Dios.
El propósito es simplemente intimidad con Dios en secreto (Mateo 6:6). Muchos deseamos formulas mágicas, pero en el Señor, no funciona así, es simplemente esforzarte y obedecer tu padre celestial.
No olvides que la oración es la principal arma del cristiano, es lo que nos mantiene en comunión con Dios.