2/20/2011

EL PODER DE LA VALENTIA: " Una Iglesia Dormida"


3 características de un pueblo (una iglesia) dormido/a: no ven, no entienden y no velan
"Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos,
y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos". Efesios 5:14-16
Los cristianos formamos la tropa del Señor; somos sus combatientes y estamos situados en la 1ª línea de contención del enemigo. El mundo en que vivimos, está gobernado por un líder hostil y falso, lleno de mentiras y ensañamientos; lo atestigua Pablo, desde Efesios 6:12:
“Porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra los espíritus del mal, que moran en los espacios celestes.”
Pedro nos advirtió que "Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar" (1 Ped 5:8). No se refiere al adversario como un animalito doméstico sino un animal salvaje y sin escrúpulos de ninguna clase. Tampoco dice exactamente que es un león, sino que a él le encanta pretender ser un león. Este individuo endemoniado esta siempre al asecho, buscando insaciablemente corderos pobres, humildes o confiados a quienes el pueda robarles, o corderos de quienes él puede aprovecharse fácilmente, ya sea de sus profesiones o talentos, para su propio beneficio.
Hermanos ya es hora que despertemos del sueño en que estamos pues hoy día la iglesia se ah vuelto haragana ya no evangeliza, no sana, no vigila, no se santifica... Preparemos nuestros corazones, busquemos más tiempo para la oración, el ayuno y la lectura de la palabra; que nada ni nadie nos robe nuestro tiempo para la búsqueda de Dios, en una intimidad cotidiana para que seamos partícipes y testigos de algo grande que está por venir.
Estamos siendo constantemente bombardeados, y para hacerle frente a las armas del maligno, tenemos que estar despiertos y armados con la armadura de Dios. Pablo nos lo indica, bajo revelación, en Ef 6:16:
“Empuñad en todas las ocasiones el escudo de la fe, con el cual podáis inutilizar los dardos encendidos del Maligno.”
Les decia el apóstol Pablo a los hermanos (en Roma), que era tiempo de que ellos despertaran del sueño en que estaban, Ya que la salvación está más cerca de cuando habían creído. Hoy en día parece que las iglesias están dormidas, muchas iglesias no quieren hacer su obra, tenemos que despertar de nuestro sueño, ya es tiempo de levantarnos y hacer la obra que Cristo nos manda. Ef.5:14. No durmamos como los demás sino estemos despiertos alertas... I Tes.5:6.


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