
1Pedro, 1. Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. 5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad.
Pedro especifica tres actitudes que confirman a los pastores que realmente están apacentando la grey de Dios:
• llevar a cabo el servicio pastoral no por obligación, como una carga pesada que desearan quitarse de encima, sino voluntariamente, según el ejemplo de Jesús, según sus mismas palabras: «Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente» (Jn 10,17-18).
• No por afán de lucro, sino de buen corazón. Es la contraposición entre el asalariado y el buen pastor. Al asalariado «no le importan nada las ovejas» (Jn 10,13), le interesa la ganancia; en cambio, «el buen pastor da su vida por las ovejas» (Jn 10,11).
• No portándose como amos de los fieles que les han sido confiados, sino siendo modelos para la grey. Los pastores no son los dueños de la grey, porque la grey es de Dios: «Los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor» (Mc 10,42-44).
Lo que Dios ha determinado para tu vida y que es para tu santificación y salvación se encuentra escrito en la Sagrada Biblia. Abre tus ojos y tus oídos a los que Dios quiere hablarte por medio de su Palabra
Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas y por esta razón el pueblo de Dios deja de traer al alfolí , confían más en el hombre que en la palabra , pero Aquellos hermanos que han tenido la duda sobre los diezmos y ofrendas, En las Sagradas Escrituras (Santa Biblia) Génesis Capitulo 4 Versículo 4, nos enseña como debería Hacerse La Ofrenda, solamente la ofrenda de Abel fue aceptada por Dios, Abel ofreció su ofrenda la Cual iba Acompañada de amor, sinceridad y honestidad y de todas las cosas que a Dios le agrada, Mientras que Caín ofreció su ofrenda la Cual iba Acompañada de hipocresía envidia, deshonestidad y todas las cosas que a Dios no le agradad.
Génesis nos enseña que Abel llevo lo mejor de su rebaño, Caín Pudo haber llevado de lo mejor de sus cultivos pero su ofrenda no fue aceptada por la maldad de su corazón.
Las ofrendas Voluntarias Deben ser
Nunca se Debe dar Forzosamente
Exodo cap. 35: 20-29 El pueblo de Israel trae ofrendas para edificar el templo, pero lo hace voluntariamente, las ofrendas Deben Tener un fin útil, todos los que Tuvieron corazón voluntario para traer ofrenda para la obra, así Hombres y mujeres trajeron ofrenda voluntaria a Dios.
Exodo cap. 36:1-7 nos enseña que Moisés suspende la ofrenda del pueblo, pero el pueblo seguía llevando su ofrenda voluntaria cada mañana.
Deuteronomio cap. 16:10-17 Se Debe ofrendar Según las bendiciones.
1 Crónicas 16:29 Se Debe ofrendar voluntariamente pero en santidad.
Mateo 22:15-22 Jesucristo es probado por los Fariseos sobre los tributos, Jesucristo les muestra que hay que pagar los impuestos Establecidos por las leyes terrenales, pero que también a Dios hay que darle lo que le corresponde.
El diablo quiere esclavizarnos con mentiras pero Dios quiere libertarnos con su verdad. (Gálatas 5: 1) Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. El diablo quiere esclavizarnos con mentiras pero Dios quiere libertarnos con su verdad. (Gálatas 5: 1) Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud, no estés sujeto al hombre y sus mentiras.
La ofrenda muestra la grandeza de nuestro amor por el Señor (Lucas 7: 36 – 50), Trae gran bendición y abundancia.
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