5/22/2011

EL PODER DE LEVANTARSE


Quizás te has hecho estas preguntas: ¿Qué aspectos de mi vida debo considerar para vencer la dificultad? - ¿Cuál es la provisión del Señor nuestro Dios, para enfrentar exitosamente la dificultad?
Generalmente, muchas personas se quedan sin poder emitir una respuesta favorable a estas preguntas, lo que nos hace pensar, que solo estamos preparados para las cosas bonitas, agradables y nunca tomamos la previsión necesaria, para enfrentar un problema. La Palabra de Dios, refiere en Josué 1:6, “Esfuérzate y se valiente, porque tu repartirás a este pueblo como heredad de la tierra que juraste a tus padres” Nuestro tesoro es la promesa de la vida eterna, pero mientras eso sucede, todos pasamos tribulación. A veces, tenemos falsas esperanzas sobre la vida de fe porque suponemos que siendo cristianos, no pasaremos dificultades, pero estamos equivocados. La dificultad es externa, pero la angustia es interna y estamos llamados a controlar lo que hay en nuestro interior porque es allí donde tenemos el poder de Dios.
Cual es tú dificultad o tu problema: “que naciste pobre y te vas a morir pobre, o que debes conformarte con lo que tienes ahora, es posible que te hayan dicho que no puedes alcanzar el sueño que Dios puso en tu corazón”, la palabra de Dios te está diciendo cambia radicalmente tu forma de pensar y de ver las cosas, su Palabra expresa en el Libro de Hebreos 13:5 “ Sean nuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, porque El dijo, no te desampararé, ni te dejare”. Demostremos entonces nuestra condición de verdaderos cristianos rechazando el proceso de angustia que degenera en desesperación. Cuando te sientas débil, acude al Señor en oración para que levante tu fe. Deposita tu confianza en Él. Recuerda que en Cristo, no siempre se gana, pero el triunfo está garantizado.


Dios está buscando a hombres y mujeres comprometidos, que crean en él, en todo momento, aún en las circunstancias difíciles, Nuestro destino como cristianos es levantarnos más fuertes que nunca para dar testimonio del poder del Señor que habita en nosotros. El justo sufre aflicción muchas veces, pero Dios lo librará de todas (Salmo 34: 18-19).
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. (1Ts 5:18)

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