El Reino de Dios no consiste en Palabras, sino en Poder: ¿Pero qué es lo que nos da poder? Lo que da poder es volvernos expertos en las cosas de Dios. La consagración a Dios, justamente nos da ese poder tan necesario para vencer tentaciones y para alcanzar esas fuerzas extraordinarias que sólo en Él podremos tener.
La Consagración Es entregarle todo al Señor (no es mucho lo que le podemos entregar al Señor, pero es todo, y eso nos da temor), tiempo, dinero, etc, es ponerlo todo a su servicio, renunciando a la posibilidad de apropiarnos de ello para nuestros propios fines.
-Todos queremos muchas cosas del Señor, cierta estabilidad económica, salud, conversión de familiares, cosas (casa, auto nuevo, trabajo), el afecto de otras personas. Pero no estamos dispuestos a ofrecernos a nosotros mismos al Señor. Le pedimos al Señor que sea generoso, pero nosotros somos tacaños y gruñimos cuando el Señor mira lo que tenemos.
-Dar es una actitud de fe. Cuando damos a veces lo hacemos pensando en el futuro (¿qué pasará si lo que estoy dando es lo que me va a hacer falta el mes que viene?), pero eso no es fe, es temor, es dudar del Señor.
-Dios quiere que demos (lo que sea) pero en una actitud de CONFIANZA. El dador alegre (2 Co 9.7) es el que da confiando en el Señor.
-Para muchos de nosotros entregarnos al Señor por completo es para santos, para hombres o mujeres de fe que nacen cada mil años. La palabra nos dice que es Dios el que obra el querer como el hacer (Fil 2.13), nosotros no podemos "producir" consagración, pero podemos PEDIRLA. Basta con una sencilla oración, confensando tus miedos, tus dudas, arrepintiéndote, y pidiéndole a Dios que te de el deseo de vivir dedicado a Él.
-¿Qué va a ocurrir cuando hagas esa oración?, tal vez te olvides, o la ores varias veces, dudas de tí mismo, pero Dios va a empezar a cambiar cosas dentro de tí, 1º no estarás conforme con tu condición espiritual actual, 2º Tu amor a tí mismo, tus cosas, tu tiempo, etc... Perderá su fuerza, 3º Tu amor por Dios, por las cosas eternas, empezará a convertirse en tu meditación, y empezarás a considerarlo seriamente.
Los beneficios de la consagración son infinitos
-Hay un poder tremendo en la consagración del creyente, es el poder de Dios obrando por medio de las vidas de aquellos que están dedicados a Él. Hay algunas bendiciones en 2 Co 9 que podemos considerar: El que siembra generosamente, recogerá generosamente. Dios es un Dios recompensador. Dios al que da, le da más, para que siga dando. Como la parábola de las minas. Al que demuestra ser un mayordomo eficaz, Dios le da más responsabilidades.
La consagración es el resultado de determinarse a que en nuestra vida, todo lo que somos, tenemos y lo que planeamos, tener o ser glorifique el nombre de Dios.
VER LA PREDICA
La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. SALMO 119:130
