
De la manera como invertimos nuestro tiempo, esfuerzo físico y dinero estaremos revelando visiblemente lo que tenemos y creemos por dentro. ¿Por qué no consideras dar un 10 por ciento de tu tiempo, esfuerzo físico y dinero a Dios? Es todo lo que el exige de ti y aun te promete prosperarte y bendecirte siempre (Gen 28:20-22) Los días pasan y haciendo la compilación de nuestras vidas, debemos sinceramente preguntarnos ¿a quién estamos sirviendo. ¿Estamos sirviendo a Dios o a Satanás? Estar sirviendo a Dios significa que nos estaremos favoreciendo a nosotros mismos y a nuestra familia (Josué 24:19-28)
Esta enseñanza se titula: Tomando nuestra autoridad y queremos concentrarnos en el tema de la familia, En salmos 128:3 la palabra nos dice que la esposa será como vid llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo. El valor de la familia va más allá de los encuentros habituales e ineludibles, los momentos de alegría y la solución a los problemas que cotidianamente se enfrentan. El valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás.
Es hora de tomar autoridad y que cada día nos presentemos ante la presencia de Dios en oración, poniéndolo a El cómo nuestro dueño y Señor de nuestras vidas, y declarando al Altísimo morar en toda nuestra casa, en nuestras vidas pero sobre todo en nuestros corazones, para que no nos venga ningún mal y ninguna tragedia y toque a nuestra morada, hijos, familiares, etc.
Familia: significa casa Descendencia, Linaje, Posteridad, Simiente Clan Familiar. Lo que Dios quiere es levantar a la familia y colocarla en el lugar donde debería estar. Nuestras familias deben ser antes que nuestros trabajos, amigos. El lugar de la Iglesia y los ministerios es fortalecer esta entidad sagrada de Dios. Estamos llamados a actuar bajo el sistema de Dios, no bajo el de este mundo." Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová". Josue 24:15
Si ponemos a Dios primero, todas las demás cosas encontrarán su lugar. Debemos desarrollar nuestra vida familiar, con la plena conciencia de que Cristo está presente. La tranquilidad de la casa es la presencia de Dios, hallar su gozo. Y su compañía es el mejor tesoro que podemos encontrar. La realidad es que sin la presencia de Dios en el hogar, todas las acciones, las aspiraciones y esperanzas se frustran tal como lo expresa el salmista. Salmos 127:1 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican... “
El Señor está interesado en tu familia, es tiempo de prestarle atención y dedicarnos a ella.
Dios quieres que usted sea el primero en Educar a sus hijos. Que sea la primera fuente de instrucción para ellos. Dios da a los hijos como herencia, los padres deciden si hacen de sus hijos, hombres y mujeres de bien, instruyéndolos, disciplinándolos y amándolos.
Recuerde, que todo lo que hace afecta directamente sus vidas, dejamos en ellos huellas que cuando son negativas son muy difíciles de borrar.
Los abrazos, los besos, las caricias, no solo transmiten un efectivo mensaje de amor a sus hijos, sino que también, les transmite seguridad y estabilidad. Los hace sentirse que pertenecen a un club muy bonito llamado familia en la que ellos son miembros especialmente importantes.
Afírmelos por medio de sus palabras: Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua,…”
Con sus palabras usted puede crear niños sanos, niños fortalecidos, niños con identidad. Usted puede profetizar sobre la vida de ellos, bendiciéndolos, declarando sobre su vida, al mismo tiempo que deja una huella en sus corazones. Que no sea en la calle, que su hijo oiga por primera vez que el es valioso. Que no sea con los otros, que su hija oiga lo linda que es.
Para amar a sus hijos de la manera que Dios quieres, tiene que invertir tiempo de calidad con ellos. Un tiempo especial, en el que ni el trabajo, ni los amigos, interfiera. Nuestra conducta en el hogar debe ser acorde a nuestra fe y al amor que al Señor le profesamos. No podemos tener doble comportamiento en el hogar uno y en la iglesia otro. Debemos comportanos de acuerdo con lo que la palabra de Dios nos enseña.
Timoteo 4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre. Deuteronomio 12:28
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