Una fortaleza podría ser una fuente de defensa del enemigo. En este caso vamos a explorar la palabra fortaleza para definir la fortaleza espiritual donde el enemigo y sus legiones se esconden y están protegidos. Estas fortalezas existen en las formas de pensar e ideas que controlan los individuos e iglesias, y naciones. Antes que la victoria sea declarada, estas fortalezas deben ser derribadas y la armadura del enemigo removida. Después la Palabra poderosa y el Espíritu Santo pueden efectivamente derribar la casa de satanás. Cualquier área de nuestra vida que no este rendida a Jesucristo es una área vulnerable a los ataques del enemigo… Derribar fortalezas empieza con arrepentimiento. Si usted ha sido un cristiano por mucho tiempo, usted ha derribado muchas fortalezas en su mente. Estos se rompieron cuando usted se arrepintió y llego a los pies de Cristo. Sin embargo, donde no hay arrepentimiento, la liberación es imposible, por que cuando un espíritu es ordenado que salga, si la estructura mental del individuo no ha cambiado, su actitud errada hacia el pecado volverá a traer ese espíritu otra vez a su mente. En 2corintios 10:5 podemos leer que destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo, entonces la meta de nuestra guerra es de recuperrarr nuestra mente y llevarla cautiva a Cristo!
El enemigo sabe que no hay nada ni nadie mas poderoso y grande que DIOS, es por eso que todo lo que se exalta a si mismos se llama en muestra mente activez. Debemos de comp render que el enemigo solo puede fingir debido que nuestro SEÑOR JESÚS
le quito toda autoridad. Col 2:15 Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.
¿Qué hay que hacer para derribar fortalezas?
Hay que vestirnos de la armadura de Dios, como dice Efesios 6:10-18 una de las
armas poderosas para derribar todo ataque del enemigo es la palabra de Dios, la
oración, estas cosas son muy importantes que nosotros como
cristianos debemos tener para derribar fortalezas, tenemos el ejemplo de David que derrotó al gigante, 1 Samuel 17:40-47.
No importa que tan grande sea el problema Dios nos ha dado poder para
derrotarlo. Ejercemos autoridad en Jesucristo cuando caminamos con Él (Hechos 19:13-17)
DIOS LES BENDIGA.
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